Post Fata Resurgo, habitual en inscripciones romanas y renacentistas, se identifica con el resurgir después de un desastre y se vincula a la imagen del Ave Phoenix , figura mitológica que renace de sus propias cenizas.
Post Fata Resurgo es una frase que alude a la recuperación y el nuevo renacimiento de la Villa de El Escorial tras la destrucción causada por los franceses en la Guerra de la Independencia (1808-1814), y a la esperanza de los vecinos del pueblo de lograr superar las penas y sufrimientos pasados a lo largo de los años de guerra. Las tropas de Napoleón fueron derrotadas por los escurialenses, y la expresión sella el compromiso de unos vecinos que asumen su destino (fatum) y se comprometen colectivamente a un nuevo renacer.
La frase inscrita en el dintel de la puerta del Monasterio de Prestado, antigua casa de Felipe II en El Escorial, suponía el comienzo de algo nuevo para la Villa, que iniciaba así su camino hacia la modernidad.
«Post Fata Resurgo», como se muestra en la imagen, corona el Escudo del pueblo que a través de su simbología nos cuenta la historia de aquella época y de como el pueblo de El Escorial se convirtió en «La Leal Villa» por decreto del Rey Fernando VII.